Este concepto se usa en el contexto de la Economía y las finanzas públicas.
Se refiere a la cantidad de Bienes y servicios que es posible consumir con un Ingreso determinado y, en términos más generales, al estilo de vida material y a las necesidades que pueden satisfacer, en promedio, los habitantes de un país, o los integrantes de un sector social, un grupo o una familia determinada. De allí que pueda decirse que el nivel de vida de los franceses sea más alto, por ejemplo, que el de los etíopes, o que los habitantes de las grandes ciudades tengan un mejor nivel de vida que los del campo.
El concepto, por lo tanto, es algo impreciso: implica de algún modo la valoración de las diferentes Utilidades que obtengan diferentes personas de distintos conjuntos de Bienes y servicios. No obstante, cuando se lo mide de acuerdo a algunos criterios concretos Bien determinados, resulta una útil medida indicativa de la capacidad de Consumo de un grupo humano. Así puede utilizarse un Índice que valorice los principales Bienes que consume una población: vivienda, alimentación, Servicios educativos y de salud, etc.
Por otro lado, para hacer referencia a muchas Externalidades y servicios que recibe la población, y que resultan sumamente difíciles de cuantificar, se utiliza cada vez más, en la actualidad, la expresión calidad de vida. Si Bien este concepto permite incorporar nuevos e importantes elementos a la idea tradicional de nivel de vida, hay que tener en cuenta que el mismo resulta muy poco preciso como indicador de las condiciones concretas de vida de una población.
En inglés standard of living.
Ver Costo de Vida.
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