Este concepto se usa en el contexto de la Economía y las finanzas públicas.
Es el proceso de la elaboración de los planes, programas y proyectos. Puede ser centralizada (de economías socialistas) o de planificación indicativa participativa de carácter mixto. La actividad planificadora pasa necesariamente por diversas etapas, y tiene distintos ámbios de aplicación, así como diferentes grados de obligatoriedad.
Actividad que desarrolla sistemáticamente planes y programas, induce a su aplicación y sobre la base de objetivos preestablecidos, evalúa los resultados obtenidos.
En muchos casos utiliza modelos matemáticos que permiten efectuar simulaciones y predicciones, a base de las cuales se controla el curso del proceso.
La Planificación puede realizarse en diversos niveles tales como una Empresa, una región o todo un país.
A nivel de la economía de un país, puede significar dirección de la economía por parte del Gobierno. No obstante, la planificación realizada por el Estado puede tener el carácter de indicativa o de imperativa.
La primera, aplicable preferentemente en las economías de Mercado descentralizadas, se caracteriza porque las decisiones contenidas en el plan no son obligatorias para los agentes económicos privados, constituyendo sólo un marco de referencia respecto del cual el Estado a lo más, puede aplicar un sistema de incentivos para inducir a los agentes económicos privados a que ajusten sus conductas al plan.
Cuando la planificación tiene carácter imperativo, el Estado persigue que las decisiones sobre asignación de los Recursos sean tomadas a través de un proceso administrativo centralizado, las cuales son obligatorias para todas las Unidades Económicas.
En los países de la órbita soviética de planificación centralizada, ella tenía carácter imperativo y pretendía reemplazar el sistema de Mercado.
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