La desaceleración de la economía mundial y los recientes conflictos con China, han influido en esta situación de acuerdo a los datos publicados hoy por el Gobierno japonés.
El ministro de Finanzas, Seiji Maehara, reconoce hoy que el país probablemente haya entrado "en fase recesiva".
La demanda interna, que significa un 60% del PIB, anotó en el tercer trimestre una disminución de medio punto en relación a los tres meses anteriores, mientras que las exportaciones de bienes y servicios se cayeron un 5%.
La economía de Japón experimenta una disminución del 3,5% en 12 meses, la primera caída en tres trimestres y la mayor contracción desde el terremoto que asoló parte del país en marzo de 2011 (con un descenso del 85 en los primeros tres meses del año pasado).
Los economistas habían proyectado una caída mayor para el tercer trimestre, de entre el 3,6% y el 4,1%, de acuerdo estimaciones recogidas por el diario económico Nikkei y la agencia Kyodo.
Japón, la tercera economía mundial está amenazada por la persistente deflación que atenaza su recuperación. Maehara ha abogado por una "sólida política de flexibilización monetaria" por parte del Banco de Japón para terminar con este problema.
El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, ha admitido que estos números son "graves" y ha asegurado que su Gobierno responderá a esta situación con un "sentido de crisis", aunque los analistas coinciden en que la economía nipona se orienta hacia un cuarto trimestre también negativo, lo que se traduciría en la entrada del país en una recesión.
El gasto público creció un 4% en su cuarto trimestre consecutivo de incremento, alentado por las millonarias inversiones efectuadas para la reconstrucción de las zonas del noreste del país arrasadas por el terremoto del año pasado.
El maremoto que asoló Japón ha obligado a las autoridades ecónomicas a abandonar la ortodoxía monetaria y tener una política fiscal activa, lo que ha permitido atenuar los efectos de la crisis internacional.
Las exportaciones disminuyeron un 5%, su mayor frenazo en cinco trimestres, afectadas también por la contracción de China, su principal socio comercial.
El Gobierno tiene previsto aprobar antes de fin de mes un paquete de medidas de emergencia para impulsar la economía, que se sumaría a las medidas de estímulo por 400.000 millones de yenes (unos 3.950 millones de euros) recientemente acordadas.