A medida que se adentraba en el siglo XVIII, Francia se encontraba con un descenso de la producción y la Renta nacional, debido en gran parte a las costosas guerras y al elevado Gasto público en que incurrió Luís XIV durante su reinado. Al amparo de Quesnay, la fisiocracia aglutinó a un grupo de escritores, que se hacían llamar "economistas", como una reacción al excesivo Gasto de la corona y planteó como principal bandera la eliminación al máximo de la intervención estatal en la economía.
La escuela fisiócrata adoptó la forma de un grupo elitista. Con Quesnay como maestro supremo, un reducido número de discípulos fieles (entre ellos Mirabeau, Dupont de Nemours, Mercier de la Riviére y Baudeau) se juntaba normalmente en la casa del doctor a discutir asuntos económicos. El grupo realizó varias publicaciones. Cabe mencionar, sin embargo, que el más destacado y conocido de los seguidores de esta doctrina, Jacques Turgot, nunca quiso pertenecer a la fisiocracia.
La premisa básica de la fisiocracia era respetar la naturaleza ante todo, ya que sus disposiciones son perfectas y sus leyes expresan la voluntad de dios. La razón principal es que para los Fisiócratas los intereses individuales de las personas se armonizan espontáneamente, por lo que la autoridad debe intervenir lo menos posible (en materia económica debe remitirse, fundamentalmente, a garantizar los derechos de Propiedad). De ahí que la famosa frase "Laissez Faire" sea la que mejor resume la doctrina fisiócrata, la que terminaría influenciando en gran medida al Liberalismo económico de los siglos posteriores. Si Bien los Fisiócratas defendieron la autoridad absoluta de la monarquía francesa, su Interés era que estuviera supeditada a un poder superior: las leyes de la naturaleza.
A pesar de la preferencia política de los fisiocratas por el despotismo monárquico, la economía política era peligrosa en aquella época de absolutismo y censura, lo que explica que Quesnay publicara la mayoría de su obra bajo pseudónimos o a través de sus discípulos.
Con Quesnay por primera vez se concibe el proceso de interacción mutua de los agentes económicos como un Flujo circular de renta y Gasto. Se representó un sistema en Equilibrio en el que interactúan tres clases económicas que producen la Renta nacional: campesinos, terratenientes, artesanos. De ellos, el único sector productivo era el agrícola.
Quesnay hizo el primer análisis de Equilibrio general en la economía, al comparar todos los movimientos económicos con los del cuerpo humano, considerando que un trastorno en una parte de la economía se transmite, tarde o temprano, al resto del sistema.
Así, por ejemplo, un desorden en la producción ocasiona un desorden en la Demanda y viceversa, a causa de la mutua Dependencia entre ambas.
La Tabla Económica de Quesnay es la primera representación gráfica de los flujos de Dinero en una economía
Quesnay, como médico, había participado de las discusiones sobre el proceso circular que se habían generado luego que William Harvey descubriera la circulación de la sangre, a principios del siglo XVII. Por lo tanto, Quesnay representó la idea de la corriente circular en 1758 en su "tableau économique" (tabla económica), un diagrama similar a los actuales modelos macroeconómicos, que representa todos los flujos de la economía, y en el que los procesos productivos interactúan en un Tiempo determinado como un flujo circular de Renta y Gasto.
De este modo, se establecía que cualquier política que produjera el efecto de ampliar el flujo circular era coherente con el Crecimiento Económico, mientras que si lo limitaba, no lo era.
Fue tal la fascinación del marqués de Mirabeau con la invención de Quesnay que señaló que habían tres grandes invenciones en la historia: la escritura, el Dinero y la Tabla Económica de Quesnay. Si Bien esta apreciación puede ser exagerada no cabe duda que el Flujo del médico fue un avance teórico importantísimo para la economía.
Con la muerte de Quesnay la fisiocracia sufrió un duro golpe, y con la llegada de la Revolución Francesa recibió, paradójicamente, la estocada final.