TIEMPO

Este concepto se usa en el contexto de la Economía y las finanzas públicas.

El Tiempo es un elemento fundamental para la Ciencia Económica pues ella estudia procesos que se desarrollan a muy diversos ritmos. Hay fenómenos que asumen características por completo diferentes en el corto y en el largo Plazo: así la Oferta de ciertos Bienes es completamente inelástica en un momento determinado pero puede ser incrementada -cuando los Precios comienzan a subir- mediante nuevas inversiones que van mostrando sus efectos luego de un cierto período de maduración. El Tiempo también es decisivo cuando se toma en consideración el problema de la Incertidumbre: como la predicción se hace cada vez más difícil a medida que se piensa en Futuros más alejados del presente, la incertidumbre crece más que proporcionalmente a medida en que se piensa en Acciones más distantes en el Tiempo. De la incertidumbre y de los riesgos concretos que supone el Tiempo o, más exactamente, de la imperfecta previsión del futuro, surgen elementos concretos tan importantes como la Ganancia, las tasas de Interés y los mercados a futuro.

Los economistas tienden a categorizar el Tiempo según períodos aproximados dentro de los cuales se efectúan sus análisis: se habla así de corto plazo cuando se piensa en períodos breves, siempre menores de un año, durante los cuales se asumen como dadas las plantas y otras instalaciones existentes; de mediano plazo, para indicar una duración intermedia, donde los Factores Productivos están dados, y de largo Plazo, para hacer referencia a períodos donde se pueden manifestar plenamente los cambios en todos los elementos de la actividad económica. En la práctica, el mediano plazo cubre períodos de uno a tres o cuatro años, y el largo Plazo se aplica a duraciones mayores, de tres a más años, por ejemplo. No existe, por supuesto, una delimitación rígida entre estos conceptos, que son apenas aproximaciones básicas a las consideraciones que se hacen concretamente en cada investigación o informe. También se suele hablar, al igual que los historiadores, de ciclos o períodos de corta duración y de larga duración, entendiendo en este último caso que se estudian transformaciones seculares, que se desenvuelven en períodos de cincuenta, cien o doscientos años.

En algunos casos, y por razones metodológicas, los análisis económicos se hacen sin tener en cuenta los cambios que se producen en las variables, sino estudiando las relaciones de ellas como si no existiese el Tiempo. Este tipo de Análisis Estático resulta de interés porque, al simplificar los objetos de estudio, permite encontrar relaciones y formular leyes generales de mayor grado de abstracción. [time]. (Ver Análisis Estático; Ganancia; Incertidumbre; Interés).

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