León Walras intentó aplicar a la economía lo que Newton había hecho en la física. Tenía la convicción de que el conocimiento económico debía expresarse con el mismo rigor de una ciencia exacta. La nueva teoría debía fundamentarse en parámetros abstractos, que fuesen la formalización de las relaciones de las personas en la actividad económica real. Esa era la única vía que conduciría a la economía a tener la misma validez lógica que la ciencia matemática.
Para lograr su objetivo, en su libro Elementos de economía política pura (1874), el autor propuso un Modelo matemático de Equilibrio general, donde se explicara toda la economía a través de un gigantesco sistema de ecuaciones. Para hacer el análisis, simplificó a los individuos, aislándolos y suponiéndoles gustos y preferencias determinadas. A eso le agregó una premisa fundamental: la base de las conductas de las personas es que éstas son maximizadoras de Utilidad y, dado esto, se puede pronosticar su comportamiento económico.
Walras propuso representar toda la economía a través de un gigantesco sistema de ecuaciones.
En su teoría, Walras partió de la base que la economía tiende siempre a estar en equilibrio -general y simultáneo- en todos los mercados: Cualquier exceso de Oferta o Demanda que se produzca, es rápidamente asimilado y corregido en forma automática. Los desequilibrios son, por lo tanto, necesariamente de corto Plazo, gracias a que la Acción de los empresarios permite restituir la normalidad.
En el Modelo de equilibrio general, el Empresario pasa a ser la figura central del proceso económico; es quien Compra factores en un Mercado y vende sus productos en otro, utilizando como medio de cambio un Bien que actúa como unidad de cuenta. Este agente, sin necesariamente tener conciencia de ello, permite coordinar los distintos mercados y asegura el Equilibrio general de la economía.
La proyección
Aunque Walras no completó su proyecto original de acompañar su Modelo de equilibrio general con otros dos, sobre la economía aplicada y la economía social, sí publicó obras menores sobre varios temas económicos y monetarios. Sin embargo, fueron sus Elementos de economía política pura, los que le hicieron famoso como padre de la Escuela de Lausanne.
El objetivo de la obra de este autor era crear cimientos realistas para una política de reforma social basada en la intervención del Estado. De hecho, aunque su labor permitió el Desarrollo de la teoría económica ortodoxa en el mundo capitalista, también estableció las bases para los modelos de Planificación económica de los países socialistas. Quizá su mayor aporte fue el haber constituido una de las bases de donde surgió la "revolución marginalista" en la economía.
No obstante, en su Tiempo fue poco apreciado. Sólo Vilfredo Pareto se convirtió en su discípulo (sucediéndole, además, en la cátedra de Lausanne). En cualquier caso, es evidente que hay una calidad arquitectónica en el sistema de Equilibrio general de Walras, a pesar de su innegable simplificación de la realidad y sus problemas teóricos. Y no obstante haber sido un matemático aficionado, demostró el poder de esta ciencia para resolver problemas teóricos complejos, algo que la economía actual tiene muy en cuenta.