Este concepto se usa en el contexto de la Economía y las finanzas públicas.
Tiene dos aspectos:
a Eficiencia productiva: situación en la cual no es posible aumentar la cantidad producida de algún Bien o servicio, a menos que disminuya la cantidad producida de algún otro, utilizando la totalidad de los Recursos y la mejor tecnología Disponible.
En otras palabras, nuevas reasignaciones de recursos no permiten producir más de algún Bien sin tener que producir menos de algún otro. La única forma de aumentar la producción de todos los Bienes es mejorando la tecnología o aumentando la cantidad de Recursos. Esto implica que cada uno de los productores individuales no sólo está obteniendo la máxima producción utilizando el mínimo de Recursos, sino que además esa producción se logra al mínimo Costo posible.
b Eficiencia de Intercambio y de Consumo: situación en que existe una Distribución tal de los factores y de los Bienes entre las personas, que si se cambia para beneficiar a alguna persona, necesariamente se perjudica a otra. Es decir no hay ninguna otra redistribución de Bienes y de factores entre las personas que permita mejorar el bienestar de todas ellas simultáneamente.
A esta situación se le denomina Óptimo de Pareto.
Cuando las dos condiciones anteriores se dan conjuntamente se dice que existe Eficiencia Económica.
No obstante, la Eficiencia económica no necesariamente implica la existencia de equidad social, definida ésta sobre la base de algún criterio de bienestar social.
Por ejemplo, puede haber eficiencia económica junto a una gran desigualdad en la Distribución del Ingreso.
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