Institución relevante en economía, relaciones internaciones, Comercio exterior.
Establecida por el Tratado de Roma, de 1957, suscrito por Francia, Alemania Occidental, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, al que posteriormente adhirieron en distintos años Gran Bretaña, Dinamarca, Irlanda, Grecia, España y Portugal.
La organización de la CEE es fruto de largos y sostenidos esfuerzos para lograr la reconstrucción y el Desarrollo Económico europeo y también la paz entre naciones que habían sido beligerantes en la Segunda Guerra Mundial.
En 1944, cuando sus gobiernos estaban todavía en el exilio, Bélgica, Holanda y Luxemburgo acordaron una Unión Aduanera llamada Benelux, cuyos acuerdos se llevaron a la práctica y se perfeccionaron en sucesivas etapas.
Tres años más tarde se anuncia el Plan Marshall para la reconstrucción europea, que es aceptado por 16 países que están fuera de la órbita soviética y crean la Organización Europea para la cooperación económica (OECE).
Se producen diversos intentos de Integración, como el Acuerdo de 1948 entre Francia e Italia para crear una Unión Aduanera, que no se cumplió. El más trascendental fue el acuerdo de 1951 para crear una Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) en que, poniendo en común esos Recursos, Francia, Alemania Federal, Italia y el Benelux no sólo hacían posible el Desarrollo de la siderurgia, con sus favorables consecuencias para el desarrollo industrial, sino se superaban las preocupaciones que la reconstrucción alemana traía a los antiguos beligerantes. Todos los derechos y restricciones al Comercio del carbón y del acero fueron suprimidos, bajo una alta autoridad de carácter supraestatal que velaba tanto por fomentar la producción como por que el carbón y el acero llegaran sin discriminación a los países miembros.
La experiencia positiva de CECA alentó nuevas ideas integracionistas. Dos tendencias se advertían entre los países de la OECE: un grupo partidario de un programa de mayor compromiso, que tuviera como meta final la unión política. Otro grupo que propiciaba grados de compromiso menor.
Los países que estaban en la primera de las posiciones indicadas fueron los que suscribieron el Tratado de Roma ya mencionado (Europa de los Seis). Los segundos convinieron en Estocolmo en 1960 un acuerdo denominado Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) en que participaron Inglaterra, Noruega, Suecia, Dinamarca, Austria, Portugal y Suiza (Europa de los Siete), al que después se asociaron Finlandia, Islandia, Liechtenstein, Groenlandia y las Islas Feroe.
EFTA comprometió a los países a liberalizar su Intercambio, sin llegar a un Arancel externo común y consultando salvedades para los productos agrícolas.
El tratado de la CEE, por el contrario, era más amplio, consultando tres etapas sucesivas: primero una Unión Aduanera; la segunda una Unión Económica y la tercera una Unión Política.
El establecimiento de un Mercado común sin Aranceles entre los países y con un Arancel externo o común se logró en 1968, esto es, antes de la fecha convenida. Hubo otros avances muy importantes, como la creación de un Banco Europeo de Inversiones para hacer préstamos a las regiones menos desarrolladas, y un Fondo Social Europeo, que se encargó de problemas de Empleo, especialmente los generados por el proceso de Integración. La agricultura estaba sujeta en los diversos países a sistemas de ayuda directa, destinados a mantener un cierto nivel de Ingresos a los agricultores, lo que se había creado en la década de los 30. En el seno de la CEE se llegó a acuerdos para sustituir estos sistemas por un régimen de Precios de referencia que en comparación con los precios internacionales, normalmente más bajos, permite exportar excedentes de producción manteniendo los Precios internos al nivel de los precios de referencia, lo que ha originado a la CEE fuertes Gastos, aun cuando los productos protegidos sean pocos.
Los consejos ejecutivos de la CEE se fusionaron con los de CECA y EURATOM en 1967, época desde la cual se empezó a usar el nombre colectivo de Comunidades Europeas o Comunidad Europea (CE). Además, entraron a operar una Corte Internacional de Justicia y un Parlamento Europeo.
En 1991, el Tratado de Luxemburgo permitió llegar a un acuerdo entre los países de la CEE y los de la EFTA, creándose el Área Económica Europea (AEE).
El avance más sustancial ha sido el Tratado de Maastricht de 1992, que compromete a los doce países de la CEE a llegar a una moneda única antes de fin de siglo, a realizar una política exterior común y "llegado el momento", una defensa a nivel europeo. Un Banco Central Europeo deberá supervigilar la circulación de una Moneda común: la Unidad Monetaria Europea. La unificación de monedas debería operar el 1° de enero de 1997 si a fines de 1996 se han cumplido objetivos de estabilidad monetaria, Inflación, tasas de intereses y Déficit fiscal. Inglaterra se reservó el derecho de no participar de la moneda única. La Cumbre de Cannes de la UE pospuso la Unidad Monetaria para 1999.
La CEE, del Tratado de Roma de 1957, ha sido reemplazada de ese modo por la Unión Europea (UE) que comprende aspectos tales como la defensa del medio ambiente, educación, protección del Consumidor, salud pública y sistemas de comunicación, con normas especiales sobre Unión Económica y Monetaria y Parlamento Europeo. Hay protocolos de declaraciones sobre cooperación policial y judicial que incluyen desde las políticas de asilo e inmigración hasta la lucha contra el crimen organizado, narcotráfico y servicios de inteligencia. En 1995 se incorporaron Austria, Finlandia y Suecia subsistiendo la EFTA (con Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza), si Bien ligados a la UE por el Tratado de Luxemburgo de 1991, ya citado.
La Cumbre de Essen aprobó a fines de 1994 la ampliación de la UE a los países de Europa Oriental que manifiesten Interés en ingresar al Acuerdo.