Expresión utilizada en Macroeconomía, a nivel de los agregados económicos y monetarios.
Sistema monetario en que el Valor de la Moneda está fijo en términos de una cantidad dada de oro. La autoridad monetaria está obligada a cambiar oro por moneda nacional a toda persona que desee hacerlo, a una paridad fijada por la ley.
Una vez que la autoridad fija el contenido de oro de su moneda, quedan fijados el Tipo de Cambio entre la Moneda nacional y las monedas de otros países sujetos también al patrón oro.
Para que el sistema funcione, es necesario que el Banco Central mantenga sus Reservas en forma de oro, que asegure la libre Convertibilidad, y que observe las siguientes reglas:
a. Debe fijar por ley el Valor en oro de su propia moneda.
b. Debe permitir la libre importación y exportación de oro, desde y hacia el país.
c. Debe establecer mecanismos que hagan aumentar automáticamente la cantidad de Dinero cuando se produzcan flujos de oro hacia el país, y disminuirla cuando los flujos de oro sean hacia el extranjero, debido a que la cantidad nominal de Dinero está determinada por la cantidad de oro existente en Reservas.
Observando estas reglas se garantiza el Equilibrio en el comercio externo, pues las deudas internacionales se saldan con oro. No obstante, para garantizar el Equilibrio interno se requiere que los salarios y los Precios de los Bienes sean totalmente flexibles, de lo contrario se producirán desajustes cuya consecuencia puede ser Inflación o Recesión.
La vigencia del Patrón Oro terminó con el comienzo de la Primera Guerra Mundial.
Consiste en definir la cantidad de moneda de un país en base a la cantidad de oro que tenga su economía. El país que lo adopta establece un precio oficial del oro en su Moneda y se compromete a comprar y vender a ese precio todo el metal que se le ofrezca o se le demande. Su conveniencia generó un amplio debate en el siglo XX.
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